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El rey con orejas de Burro
El rey con orejas de Burro: Hace muchos, muchos siglos, el rey Midas fue elegido para juzgar una competencia musical. Pero esta no era cualquier competencia, pues los contendientes eran Apolo, dios de la música y Pan, un semidiós.
El orgulloso Pan, presumía de ser mejor músico que el mismo dios de la música. Apolo, por supuesto, no estuvo de acuerdo. Entonces, decidieron organizar un concurso para resolver la disputa de una vez por todas y a cada uno de ellos se le permitió elegir a una persona para servir como juez.
Apolo eligió a Tmolo, un dios menor de las montañas. Y Pan, siendo muy amigo de Midas, eligió al rey mortal.
Apolo entonó una hermosa canción con su lira, un instrumento de cuerda parecido al arpa, mientras que Pan tocó la siringa, un instrumento de viento similar a la flauta. Tmolo votó por Apolo, quien había demostrado una clara superioridad. Pero Midas, porque era su amigo y no quería decepcionarlo, votó por Pan.
Apolo estaba furioso:
—¿Cómo se atreve este mortal a decir que un semidiós le ganó al dios de la música en su propio arte?, Midas, no tienes gusto —exclamó Apolo—. ¡Debes tener orejas de burro si crees que Pan es mejor que yo!
Y Apolo convirtió las orejas de Midas en las largas y peludas orejas de un burro.
El rey Midas estaba terriblemente avergonzado. ¿Cómo podría aparecer ante su gente con esas enormes orejas de burro? ¿Qué dirían los reyes de otras tierras cuando lo descubrieran? Nadie lo tomaría en serio otra vez.
Llegada la noche, logró regresar al palacio sin que nadie lo viera. De ahí en adelante fue visto llevando un turbante grande y pesado todo el tiempo. Sus súbditos y los reyes de otras tierras a menudo comentaban:
—¿De dónde sacó el Rey Midas ese extraño turbante y por qué insiste en usarlo todo el tiempo?
Durante un año, el Rey Midas pudo mantener su secreto hasta que se llegó el día de necesitar un corte de cabello. El barbero vio las orejas del rey y prometió guardar el secreto. Pero el peso de ese secreto se le hacía insoportable, Desesperado, salió a las orillas del río y cavó un agujero en la tierra. Luego, gritó su secreto en el agujero: “El rey Midas tiene orejas de burro”. Sintiéndose mucho mejor, el barbero tapó el agujero y regresó a casa.
Pero a la siguiente primavera, crecieron juncos en el lugar donde el barbero había enterrado el vergonzoso secreto. Cuando soplaba el viento, los juncos susurraban a los cuatro vientos las palabras del barbero.
Grande fue la sorpresa del rey Midas cuando se enteró de que los juncos habían esparcido su secreto por todo el reino: “¡El rey Midas tiene orejas de burro! ¡El rey Midas tiene orejas de burro! …”
Edad recomendable para contarlo:
Este cuento “El rey con orejas de Burro” puede ser contado a niños de 6 años en adelante. Es una historia clásica que tiene elementos fantásticos y una moraleja importante, pero es lo suficientemente simple y fácil de entender para los niños.
Además, puede ser una oportunidad para hablar con los niños sobre temas como la amistad, la lealtad, la humildad y la vanidad.
Moraleja:
La moraleja del cuento “El rey con orejas de Burro” es que el orgullo y la vanidad pueden llevar a la vergüenza y a la pérdida de la reputación. En el cuento, el rey Midas votó por Pan en lugar de Apolo, no porque creyera que su música fuera mejor, sino porque no quería decepcionar a su amigo.
Este acto de orgullo y vanidad llevó a Apolo a castigar al rey Midas convirtiendo sus orejas en orejas de burro.
A pesar de que Midas trató de mantener su secreto, finalmente se supo, y su reputación se vio afectada. El cuento nos enseña que es mejor ser honesto y justo, incluso si eso significa decepcionar a un amigo.
En que ambiente se recomienda contarla:
El cuento “El rey con orejas de Burro” es una historia que se puede contar en diferentes ambientes, pero se recomienda que sea en un ambiente educativo o de entretenimiento para niños y jóvenes.
Es una historia “El rey con orejas de Burro” que puede ser contada en una clase de literatura, en una biblioteca, en una actividad escolar o en una reunión familiar. Es importante que el ambiente sea tranquilo y propicio para la escucha y el diálogo, de manera que se pueda reflexionar sobre la moraleja del cuento y su relevancia en la vida cotidiana.
Preguntas Frecuentes:
Preguntas frecuentes sobre el cuento “El rey con orejas de Burro“:
- ¿Quiénes eran los contendientes en la competencia musical juzgada por el rey Midas? R: Los contendientes eran Apolo, dios de la música, y Pan, un semidiós.
- ¿Quiénes eligieron a los jueces para la competencia musical? R: Cada uno de los contendientes eligió a un juez para la competencia musical. Apolo eligió a Tmolo, un dios menor de las montañas, y Pan eligió al rey Midas.
- ¿Quién ganó la competencia musical? R: Apolo ganó la competencia musical y Tmolo votó por él, mientras que Midas votó por su amigo, Pan.
- ¿Por qué Apolo convirtió las orejas de Midas en las orejas de un burro? R: Apolo estaba furioso porque Midas había votado por Pan en lugar de por él, a pesar de que Apolo había demostrado ser el mejor músico. Así que, para castigarlo, Apolo convirtió las orejas de Midas en las orejas de un burro.
- ¿Cómo mantuvo Midas su secreto después de que Apolo lo castigara convirtiendo sus orejas en las de un burro? R: Midas mantuvo su secreto usando un turbante grande y pesado para cubrir sus orejas todo el tiempo.
- ¿Cómo se reveló finalmente el secreto de Midas? R: El barbero de Midas descubrió su secreto cuando tuvo que cortar su cabello y decidió contárselo a la tierra en un agujero que cavó. Sin embargo, los juncos que crecieron en ese lugar susurraban el secreto al viento, y así se propagó por todo el reino.