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La liebre y la tortuga
Había una vez una liebre muy vanidosa que se pasaba todo el día presumiendo de lo rápido que podía correr.
Cansada de siempre escuchar sus alardes, la tortuga la retó a competir en una carrera.
—Qué chistosa que eres tortuga, debes estar bromeando—dijo la liebre mientras se reía a carcajadas.
—Ya veremos liebre, guarda tus palabras hasta después de la carrera— respondió la tortuga.
Al día siguiente, los animales del bosque se reunieron para presenciar la carrera. Todos querían ver si la tortuga en realidad podía vencer a la liebre.
El oso comenzó la carrera gritando:
—¡En sus marcas, listos, ya!
La liebre se adelantó inmediatamente, corrió y corrió más rápido que nunca. Luego, miró hacia atrás y vio que la tortuga se encontraba a unos pocos pasos de la línea de inicio.
—Tortuga lenta e ingenua—pensó la liebre—. ¿Por qué habrá querido competir, si no tiene ninguna oportunidad de ganar?
Confiada en que iba a ganar la carrera, la liebre decidió parar en medio del camino para descansar debajo de un árbol. La fresca y agradable sombra del árbol era muy relajante, tanto así que la liebre se quedó dormida.
Mientras tanto, la tortuga siguió caminando lento, pero sin pausa. Estaba decidida a no darse por vencida. Pronto, se encontró con la liebre durmiendo plácidamente. ¡La tortuga estaba ganando la carrera!
Cuando la tortuga se acercó a la meta, todos los animales del bosque comenzaron a gritar de emoción. Los gritos despertaron a la liebre, que no podía dar crédito a sus ojos: la tortuga estaba cruzando la meta y ella había perdido la carrera.
Edad recomendable para contarlo:
Este cuento es adecuado para contar a niños y niñas a partir de los 4 años de edad. Sin embargo, la edad recomendada puede variar según el nivel de madurez y comprensión de cada niño.
Es importante adecuar la forma de contar el cuento a la edad y nivel de comprensión del niño para que este pueda entender y asimilar correctamente la moraleja del cuento.
Moraleja:
La moraleja del cuento es que la perseverancia y la constancia pueden llevarte al éxito, incluso si al principio parece que no tienes ninguna oportunidad.
A veces, aquellos que menos esperamos pueden sorprendernos y superarnos en habilidades o logros si no mantenemos el enfoque y la determinación necesarios para lograr nuestras metas.
Además, el cuento también enseña que la arrogancia y la confianza excesiva pueden llevarte a subestimar a los demás y a perder oportunidades importantes.
En que ambiente se recomienda contarla:
La historia de la liebre y la tortuga es una fábula clásica que se puede contar en diversos ambientes y situaciones, pero generalmente se recomienda contarla en un ambiente educativo, como en una clase de literatura o valores, o en casa como una forma de enseñar una lección valiosa a los niños.
También puede ser adecuada para contarla en una actividad de animación a la lectura en una biblioteca o evento similar.
Preguntas Frecuentes:
reguntas frecuentes sobre el cuento “La liebre y la tortuga”:
- ¿Cuál es la moraleja de este cuento? La moraleja del cuento es que la perseverancia y la determinación son más importantes que la arrogancia y la habilidad natural.
- ¿Por qué la liebre pierde la carrera? La liebre pierde la carrera porque se confía en su velocidad y se detiene a descansar, mientras que la tortuga continúa avanzando de manera constante y sin detenerse.
- ¿Qué enseñanza podemos aprender de este cuento? Este cuento enseña a los niños la importancia de no subestimar a los demás, de no ser arrogantes y de trabajar duro para lograr sus objetivos.
- ¿Es importante la velocidad en este cuento? La velocidad es importante en este cuento, pero lo que es más importante es la constancia y la perseverancia de la tortuga, que le permitió ganar la carrera.
- ¿Por qué la liebre se burla de la tortuga al principio del cuento? La liebre se burla de la tortuga porque cree que es más rápida y más inteligente que ella, y por lo tanto, no puede perder la carrera.
- ¿Qué lección podemos enseñar a los niños a través de este cuento? A través de este cuento, se puede enseñar a los niños la importancia de ser humildes, de no subestimar a los demás y de trabajar duro para alcanzar sus objetivos, en lugar de confiar en sus habilidades naturales.
- ¿Cómo podemos aplicar la moraleja de este cuento en la vida real? Podemos aplicar la moraleja de este cuento en la vida real trabajando duro y siendo perseverantes en nuestros objetivos, en lugar de depender únicamente de nuestras habilidades innatas o talentos naturales. También podemos aprender a no subestimar a los demás y a ser humildes en nuestras relaciones con los demás.