El camello y el cerdo
Un camello y un cerdo tuvieron la oportunidad de encontrarse en un país lejano y como ninguno había visto al otro antes, comenzaron a jactarse de sus cualidades.
—La mayor distinción proviene de ser alto— dijo el camello—. ¡Mírame cerdo, mira qué alto soy!
El cerdo miró al camello, pero no se sintió inferior a él.
—Estás equivocado, camello— argumentó el cerdo. —No hay nada en el mundo tan importante como ser corto de estatura. ¡Mira y admira lo bajo que soy!
El camello miró al cerdo sin cambiar de opinión:
—Este asunto debe ser resuelto por una prueba—dijo—. Si no logro demostrarte que ser alto es mejor, me quitaré la joroba.
—Está bien, acepto la prueba— respondió el cerdo—. Si no puedo demostrarte que ser bajo es mejor, me quitaré el hocico.
Así que el camello y el cerdo emprendieron un viaje juntos para saber cuál de los dos era el más distinguido e importante. Con el transcurso del tiempo llegaron a un jardín completamente rodeado por un muro de piedra en el que no había ninguna puerta.
El camello se paró al frente del muro para observar las plantas creciendo abundantemente en el jardín. Luego, estiró su largo cuello por encima del muro y comió las más jugosas hojas y tallos. Al terminar su banquete, se acercó al cerdo, que se encontraba parado junto al muro sin poder ver las deliciosas cosas del jardín.
—¿Qué prefieres ser, alto o bajo? —preguntó el camello mientras reanudaban la marcha.
El cerdo no respondió.
Pronto, llegaron a un segundo jardín, rodeado por un muro muy, pero muy alto. Al final del muro había una puerta muy pequeña. El cerdo abrió la puerta y entró al jardín. Entonces, comió los vegetales maduros que encontró allí y salió riéndose del camello, que no pudo pasar por la puerta ni alcanzar la pared.
—¿Qué prefieres ser, alto o bajo? —preguntó el cerdo.
Pero el camello no respondió.
Los dos reflexionaron sobre el asunto por un buen rato y decidieron que el camello tenía sus razones para conservar su joroba y el cerdo para conservar su hocico. Porque es bueno distinguirse por ser alto cuando se necesita estatura y en ocasiones también es importante ser corto.