El caballo y el asno
Había una vez un hombre que tenía un caballo y un asno. Una tarde, cuando iban de camino a la ciudad, el asno, muy agotado por llevar toda la carga le dijo al caballo:
—Por favor, amigo, tú no llevas nada, ayúdame con una pequeña parte de esta carga.
El caballo, siendo muy egoísta, se hizo el sordo.
En la mitad del camino, el asno se desplomó víctima de la fatiga. El dueño le echó toda la carga al caballo, incluyendo al asno enfermo. El caballo, suspirando dijo:
— ¡Qué mala suerte tengo! Por no haber querido ayudar, ahora tengo que cargar con todo y hasta con el asno.
[…] hecho, los primeros indicios de domesticación del caballo datan del año 3600 a.C y, desde entonces, ha sido un pilar fundamental de nuestro progreso como […]