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Ratón de Campo y Ratón de Ciudad
Ratón de Campo y Ratón de Ciudad: En un día soleado, Ratón de Campo recibió la visita inesperada de su primo, Ratón de Ciudad.
Feliz de contar con la compañía de alguien, Ratón de Campo sirvió la cena, la cual consistía en tres nueces y unos pequeños restos de queso. Al llegar la noche, preparó una cama con hojas secas en el sitio más calientito y seguro de su humilde agujero.
Ratón de Ciudad sorprendido por la pobreza en la que vivía Ratón de Campo dijo:
—Primo, no entiendo cómo puedes comer unas cuantas nueces y dormir en una cama de hojas secas. Ven conmigo a la ciudad y te mostraré cómo debes vivir.
Ratón de Campo estaba tan feliz que no pudo dormir esa noche.
A la mañana siguiente, los dos ratones viajaron a la ciudad escondidos en el baúl de un coche. Ya era de noche cuando llegaron a la lujosa casa donde vivía Ratón de Ciudad.
—Mira dónde duermo —dijo Ratón de Ciudad señalando una cómoda cama hecha de algodón—. Pero antes de dormir, busquemos algo de comer.
Ratón de Ciudad llevó a Ratón de Campo hacia la cocina. Al poco tiempo se encontraban comiendo restos de pasta, pastel y helado de chocolate. De repente, escucharon un alarmante maullido.
—¡Es el gato de la casa! —dijo Ratón de Ciudad.
En un abrir y cerrar de ojos, el gato se abalanzó sobre ellos.
Los dos ratones lograron escapar atravesando la enorme mesa hasta llegar a un hueco en la pared.
Ratón de Campo estaba tan asustado que sentía sus patitas temblar:
—Apenas se vaya el gato, me devuelvo para mi casa —dijo sin vacilar.
—¿Por qué quieres irte tan pronto? —preguntó Ratón de Ciudad.
—Porque es mejor comer nueces en un lugar seguro, que pastel con helado de chocolate y estar siempre en peligro —respondió Ratón de Campo, todavía muy tembloroso.
Edad recomendable para contarlo:
Este cuento “Ratón de Campo y Ratón de Ciudad” puede ser contado a niños y niñas a partir de los 6 años de edad. A esta edad, los niños tienen la capacidad de entender las situaciones de riesgo y pueden comprender la moraleja del cuento de que la seguridad es más importante que la comodidad material.
Moraleja:
La moraleja de este cuento “Ratón de Campo y Ratón de Ciudad” es que a veces la vida sencilla y humilde es mucho más segura y gratificante que la vida lujosa pero llena de peligros. Aunque Ratón de Campo tenía una vida modesta, era segura y tranquila, y tenía suficiente para vivir.
Ratón de Ciudad, por otro lado, vivía en una casa lujosa y tenía una variedad de alimentos para comer, pero su vida estaba siempre en peligro debido a la presencia del gato de la casa.
El cuento “Ratón de Campo y Ratón de Ciudad” enseña que es importante valorar y apreciar lo que se tiene en lugar de desear constantemente más, y que a veces la felicidad y la seguridad se encuentran en las cosas más simples de la vida.
En que ambiente se recomienda contarlo:
Este cuento “Ratón de Campo y Ratón de Ciudad” puede ser contado en diferentes ambientes, como en el hogar, la escuela o la biblioteca, y es especialmente útil para enseñar a los niños el valor de la humildad y la satisfacción con lo que se tiene.
Además, puede ser útil para hablar sobre la importancia de tomar decisiones y evaluar las consecuencias antes de actuar, así como también para hablar sobre cómo las apariencias pueden ser engañosas y cómo es mejor ser auténtico y fiel a uno mismo en lugar de tratar de ser algo que no somos.
Preguntas Frecuentes:
Aquí te dejo algunas preguntas frecuentes que podrían surgir al contar este cuento “Ratón de Campo y Ratón de Ciudad“:
- ¿Quiénes son los personajes principales del cuento?
- Ratón de Campo y Ratón de Ciudad.
- ¿Por qué Ratón de Ciudad visita a Ratón de Campo?
- Porque quería visitar a su primo y pasar tiempo juntos.
- ¿Qué tipo de comida comparten los ratones?
- Ratón de Campo compartió tres nueces y un poco de queso, mientras que Ratón de Ciudad ofreció restos de pasta, pastel y helado de chocolate.
- ¿Por qué los ratones tienen miedo en la casa de Ratón de Ciudad?
- Porque hay un gato en la casa que los persigue.
- ¿Cuál es la moraleja del cuento?
- Es mejor ser feliz y estar seguro en un lugar modesto que estar en peligro en un lugar lujoso y ostentoso.