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Los 6 animales del desierto más asombrosos
El desierto es un ambiente inhóspito para la vida, pues el agua escasea. Sin embargo, algunas especies de animales se han adaptado a vivir en un lugar donde la mayoría no pueden. Veamos cuáles son y cómo lo consiguen.
El agua es el ingrediente principal de la vida. Por lo tanto, si esta escasea, el desarrollo de la vida es muy complicado. En este sentido, los desiertos representan uno de los ecosistemas más extremos de la Tierra, pues sus precipitaciones son tan bajas (pueden pasar varios años sin que llueva) que los seres vivos lo tienen muy difícil para sobrevivir.
Y es que los desiertos, que se definen como regiones geográficas donde las precipitaciones anuales son menores a los 250 mm (unos valores tres veces más pequeños que los de un país como España), aunque casi siempre son más bajas, están llenos de características adversas para la vida.
Todas sus condiciones resultan en una limitación de la productividad de las plantas, que impide que estas crezcan. Y si no hay organismos vegetales, todo el ecosistema se tambalea. E incluso así, la vida ha encontrado un camino.
En el artículo de hoy, además de entender por qué la vida es complicada en los desiertos, veremos cuáles son las especies más increíbles de animales del desierto que se han adaptado a habitarlos y qué asombrosas estrategias evolutivas han desarrollado para sobrevivir en ellos.
¿Por qué es tan difícil la vida en el desierto?
El desarrollo de la vida en los desiertos es difícil porque son áreas en las que, básicamente, no se cumple ninguna de las características que propician la expansión de la misma. Por definición, un desierto es una región geográfica con precipitaciones por debajo de los 250 mm anuales, pero los más famosos desiertos de la Tierra (como el del Sáhara) tienen valores mucho menores.
Sea como sea, se calcula que un tercio de la superficie terrestre es desértica, pues se cumple con esta condición. Esto significa que gran parte del mundo es una región árida con escasez de agua, altas temperaturas, radiación solar intensa y escasez de nutrientes.
Todas estas condiciones hacen que, en primer lugar, el desarrollo de poblaciones microbianas sea complicado (aunque pueden crecer también), pues no disponen de las cantidades necesarias de compuestos como el nitrógeno. Y si no hay bacterias ni hongos que fertilicen el suelo (además de no haber agua), las plantas lo tendrán complicado. Y si no hay plantas, no habrá poblaciones grandes de herbívoros. ¿El resultado? Un ecosistema muy pobre biológicamente hablando.
E incluso así, la vida se ha adaptado. Y hay animales del desierto que han desarrollado unas increíbles adaptaciones para crecer, desarrollarse y reproducirse en un ambiente tan seco. A continuación veremos cuáles son las principales especies y cómo consiguen sobrevivir con poca agua, escasez de nutrientes y oscilaciones extremas de temperatura.
¿Qué animales viven en el desierto?
Como venimos diciendo, los desiertos son los ecosistemas menos ricos ecológicamente hablando, pero hay especies de animales del desierto que han conseguido colonizar estos ambientes y burlar las condiciones extremas que se dan en ellos. Veamos cuáles son.
1.- Camello
El camello es, sin duda, el animal del desierto por excelencia. Y la clave de su supervivencia está en sus jorobas. Y a pesar de que se crea que en ellas almacenan agua, esto es un mito. Lo que de verdad guarda en las jorobas son reservas de grasa, las cuales consume cuando no encuentra comida, cosa que sucede con frecuencia.
En lo que se refiere a agua, la adaptación consiste en que su estómago la absorbe de forma muy lenta y en que consigue incrementar la proporción de agua en sangre. Dicho de otra manera, son capaces de almacenar agua en el torrente sanguíneo. Gracias a ello, pueden pasar días sin beber pero cuando lo hacen, son capaces de ingerir más de 100 litros en pocos minutos.
2.- Zorro del desierto
El zorro del desierto es un pequeño mamífero carnívoro que habita los desiertos especialmente de Marruecos y Egipto. Tiene un pequeño tamaño comparado con otros animales de la familia de los caninos, pero principalmente ahí es donde radica su éxito. Han desarrollado una coloración del pelaje marrón muy claro, lo que les permite camuflarse en la arena. De este modo, no suelen desperdiciar sus oportunidades de cazar insectos, roedores o incluso pájaros. Y en lo que se refiere a altas temperaturas, han desarrollado unas grandes orejas que, al moverlas, les permiten disipar el calor.
3.- Escarabajo
El escarabajo es otro de los animales del desierto representativos del desierto. De hecho, además de que eran símbolo sagrado en el Antiguo Egipto, hemos visto mil veces la tradicional imagen de estos organismos transportando esas típicas “pelotas”. De hecho, la especie de escarabajo del desierto más común es la acatanga, más conocida como “escarabajo pelotero”.
Y esta ha desarrollado dos estrategias increíbles para burlar las dos condiciones más problemáticas del desierto: la falta de agua y la escasez de nutrientes. Lo de la falta de agua lo soluciona de la siguiente manera: el escarabajo se queda inmóvil durante largos períodos de tiempo a la espera de que las partículas de agua presentes en la niebla se condensen sobre su cuerpo. Cabe mencionar que la niebla es común durante las primeras horas del día. En cuanto se han formado gotas, el escarabajo las bebe.
Y lo de la escasez de nutrientes lo soluciona de una forma un tanto peculiar: heces. En efecto, el escarabajo pelotero transporta esa “pelota”, que no es más que heces compactadas de otros animales del desierto, para comer. A través de la materia fecal obtiene todos los nutrientes que necesita para sobrevivir.
4.- Correcaminos
El correcaminos es todo un icono de la cultura popular por la mítica serie de dibujos, pero si fuéramos justos, debería serlo por otra cosa: es un animal que no bebe ni una sola gota de agua en toda su vida. Este ave, que se encuentra en los desiertos de Estados Unidos, no necesita beber nunca. ¿Cómo lo hace? Sacando el agua de los alimentos que ingiere. Y aquí podría parecer que lo fácil sería comer plantas, que tienen grandes reservas de agua. Pero no. El correcaminos es carnívoro.
De hecho, aunque puede recurrir a la fruta y a las semillas, sus “comidas favoritas” son las serpientes, las tarántulas, los escorpiones, los gorriones y, en definitiva, cualquier animal que pueda cazar. De estos animales del desierto saca todos los nutrientes y el agua que necesita para vivir.
Y si esto no fuera suficientemente increíble, la cosa no termina aquí. Como bien sabemos, los animales del desierto debemos expulsar las sustancias de desecho a través de la orina, pues estas se hacen tóxicas. Pero el correcaminos no se puede permitir orinar, pues tiene que aprovechar hasta la última molécula de agua.
Por lo tanto, simplemente no orina. Y entonces, ¿cómo expulsa los productos tóxicos? Los concentra todos en una sola gota de agua y la secreta en forma de lágrima por el ojo. No se puede ser más eficiente.
6.- Diablo espinoso
El diablo espinoso es un animales del desierto, un pequeño lagarto que habita exclusivamente los desiertos de Australia, es uno de los animales más míticos de estos ecosistemas. Y tanto por su aspecto como por sus increíbles adaptaciones, se considera uno de los animales más raros del mundo.
Este lagarto, con un tamaño que va desde los 10 centímetros en machos y los 20 centímetros en las hembras, tiene absolutamente todo su cuerpo rodeado de grandes espinas afiladas. Estas protuberancias dérmicas no solo sirven para la defensa y evitar ser depredados, sino que cumplen con un propósito más importante: retener agua.
Una agua que, por cierto, nunca ingiere por la boca. Al igual que hacía el escarabajo, el diablo espinoso se queda inmóvil al amanecer a la espera de que las partículas de agua presentes en la niebla se condensen sobre sus espinas. Y por acción de la gravedad, las gotas se deslizan por las espinas hasta llegar a unos surcos donde son recogidas e introducidas en el cuerpo.
Pero la cosa no termina aquí. Además de que cuando se siente amenazado esconde su cabeza y muestra una protuberancia en la nuca que se asemeja a una segunda cabeza (de este modo, si el depredador ataca ahí, el lagarto no sufre daños) es capaz de modificar la coloración de su piel.
Cuando quiere amenazar a un depredador, cambia su color del amarillo al rojo e incluso al verde. Esto, junto al hecho de que es capaz de hincharse de aire como si de un balón se tratara, hace que los animales del desierto huyan.
Con todo lo que hemos visto y a juzgar por su temible aspecto, podría parecer que el diablo espinoso es un feroz asesino. Nada más lejos de la realidad. Su nombre no le hace honor en absoluto, pues es completamente pacífico. De hecho, su dieta se basa exclusivamente en hormigas. Eso sí, come unas 2.500 al día.
6.- Pecarí
El pecarí es seguramente el animal más desconocido de todos los de esta lista, pero eso no significa que sea el menos espectacular. Este animal, de la familia de los jabalíes (de hecho, son muy similares en aspecto) habita principalmente los desiertos de Sudamérica, ha desarrollado una increíble estrategia para sobrevivir en ambientes secos.
El pecarí es capaz de alimentarse ni más ni menos que de cactus. ¿Cómo es posible? Pues gracias a adaptaciones morfológicas que les permiten comer estas plantas sin sentir dolor por las espinas y a un estómago muy resistente para digerirlas sin problemas.
Esto es, sin duda, una estrategia evolutivamente compleja pero que representa una enorme ventaja. Y es que los cactus no solo son muy comunes en ecosistemas áridos, sino que son una buena fuente de nutrientes y especialmente de agua, pues estas plantas son capaces de almacenar enormes cantidades de agua. Solo hay que burlar a las espinas. Y los pecaríes son de los pocos animales del desierto que pueden hacerlo.