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Anansi y el coco encantado
Anansi y el coco encantado: La araña Anansi estaba de paseo por un bosque de palmas cuando de repente se encontró en el camino un coco del tamaño de un hipopótamo. Incrédulo, Anansi se frotó los ojos para asegurarse de que lo que veía era cierto:
— ¡Qué coco más grande! —dijo admirado.
¡PLAF! Al terminar estas palabras, Anansi sintió un estupor y cayó en un sueño profundo.
Después de una hora, se despertó sintiendo su cabeza dar vueltas.
—¿Qué ha pasado? —se preguntó—. Caminé por el bosque, me encontré este coco, luego dije: ¡Qué coco más grande!
¡PLAF! Al decir estas palabras vuelve a sentir el estupor y cae en un sueño profundo.
Al despertar, Anansi dijo:
—Este es un coco encantado, cualquiera que diga las palabras mágicas caerá en un sueño profundo. ¡Debo encontrar la manera de aprovechar mi descubrimiento!
En ese momento, Anansi ideó un plan. Hizo rodar el coco hasta la mitad del camino que conducía al mercado del pueblo. Luego se escondió detrás de un frondoso arbusto y esperó pacientemente.
Muy pronto, el burro pasó por el camino cargando en su lomo una bolsa llena de naranjas grandes muy dulces. Al ver el coco gigantesco, se detuvo para decir con asombro:
—¡Qué coco más grande!
¡PLAF! Al decir estas palabras, el pobre burro sintió un estupor y cayó en un sueño profundo. Anansi saltó de su escondite mientras el burro dormía y se llevó el saco de naranjas.
Después de una hora, el burro se despertó sintiendo su cabeza dar vueltas. Buscó por todos lados, pero no encontró su saco de naranjas. El burro estaba muy triste.
Pero Anansi estaba muy feliz. No podía esperar a poner su plan en marcha otra vez. Una vez más, se sentó a esperar cuando de repente pasó el elefante por el camino. El inocente animal llevaba en su trompa un canasto lleno de deliciosas bananas. Al ver el coco gigantesco, se detuvo para decir con asombro:
—¡Qué coco más grande!
¡PLAF! Al decir estas palabras, el elefante sintió un estupor y cayó en un sueño profundo. Anansi se acercó al elefante y se llevó el canasto de bananas.
Después de una hora, el elefante se despertó sintiendo su cabeza dar vueltas. Buscó por todos lados, pero no encontró su canasto de bananas. El elefante estaba muy triste.
Anansi seguía muy feliz, porque al llegar la tarde, también el perro, la gallina, la rata y el ratón habían caído en su trampa y mientras dormían, él se hizo a la comida de todos los desprevenidos caminantes.
Durante todo este tiempo, la comadreja había estado observando a Anansi. El comportamiento de la araña no la sorprendía, pues Anansi también la había engañado antes. Esta era su oportunidad de darle una lección a la astuta araña.
De esta manera, la comadreja fue al mercado para abastecerse. Pretendiendo no estar enterada de las artimañas de la araña, pasó por el camino sosteniendo una bandeja cubierta de pescados de todos los tamaños y colores. Al ver el coco gigantesco, se detuvo para decir con asombro:
—No creo lo que ven mis ojos.
Sin decir las palabras mágicas, la comadreja se quedó parada mirando la fruta por varios minutos.
A Anansi se le hacía agua la boca de ver los pescados y no podía esperar más para comérselos. Entonces salió del arbusto y saludó a la comadreja.
—Hola amiga, me alegro de verte —dijo Anansi señalando el enorme coco y añadió—: ¿Puedes decirme lo que ven tus ojos?
— No sé qué veo Anansi, ¿me lo puedes decir tú? —respondió la comadreja.
Anansi estaba perdiendo la paciencia:
—Se supone que debes decir lo que ves —contestó muy fastidiado.
—Está bien Anansi, diré lo que me pides: ¡LO QUE VES! —repuso la comadreja, evitando a toda costa decir las palabras mágicas.
—¡NO! — gritó Anansi—. Se supone que debes decir: “¡QUÉ COCO MÁS GRANDE!”
¡PLAF!… Anansi sintió un estupor y cayó en un sueño profundo otra vez más.
Después de una hora, Anansi se despertó sintiendo su cabeza dar vueltas. El elefante, el burro y el resto de sus víctimas lo miraban muy enojados.
—¡Anansi, devuélvenos lo que es nuestro! — dijeron al unísono.
La comadreja les había contado lo sucedido, pero Anansi tenía un enorme apetito y de los alimentos no quedaba nada. Entonces, los animales idearon un plan para recuperar lo perdido.
—Ve al mercado y vende lo que tengas para pagarnos la comida que te llevaste —dijeron.
Y fue así como Anansi terminó en el mercado vendiendo pasteles de coco, agua de coco, leche de coco, harina de coco, puré de coco, coco rallado…
¡Y todo lo que te imagines que se puede hacer con un coco del tamaño de un hipopótamo!
Edad recomendable para contarlo:
Este cuento “Anansi y el coco encantado” podría ser adecuado para niños mayores de 6 años, ya que tiene una lección moral que puede ser útil para ellos.
Sin embargo “Anansi y el coco encantado“, la complejidad del lenguaje y el mensaje podría ser más comprensible para niños mayores de 8 años. Como siempre, es importante tener en cuenta la sensibilidad y las habilidades de comprensión de cada niño antes de decidir contarles un cuento.
Moraleja:
La moraleja de este cuento “Anansi y el coco encantado” es que la astucia y la ambición pueden llevar a las personas a cometer actos malintencionados y dañinos hacia los demás.
Aunque Anansi fue muy astuto para inventar la trampa con el coco encantado y robar la comida de otros animales, finalmente la comadreja logró darle una lección al no caer en su engaño y hacerlo caer en su propia trampa.
La moraleja “Anansi y el coco encantado” enseña la importancia de ser honesto y justo en nuestras acciones, en lugar de buscar el beneficio propio a expensas de otros.
En que ambiente se recomienda contarla:
“Anansi y el coco encantado” Esta es una fábula que enseña una lección sobre la astucia y la importancia de no subestimar a los demás. Es una historia adecuada para contar en un ambiente educativo, como una clase de literatura o una actividad en grupo en la que se discutan valores como la honestidad y la justicia.
“Anansi y el coco encantado” También podría ser contada en un ambiente familiar, como una forma de fomentar el diálogo y la reflexión sobre la importancia de no engañar a los demás y de tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.
Sin embargo “Anansi y el coco encantado“, es importante tener en cuenta que esta historia podría ser difícil para los niños más pequeños, ya que puede resultar un poco violenta y confusa. En ese caso, podría ser recomendable adaptar la historia y presentarla de una manera más sencilla y fácil de entender.
Preguntas Frecuentes:
Aquí te presento algunas preguntas frecuentes relacionadas con el cuento “Anansi y el coco encantado” y sus respectivas respuestas:
- ¿Quién es el protagonista de la historia? R: El protagonista de la historia es la araña Anansi.
- ¿Qué descubre Anansi en el bosque? R: Anansi descubre un coco gigante en el bosque.
- ¿Qué sucede cuando alguien dice las palabras mágicas frente al coco? R: Cuando alguien dice las palabras mágicas “¡Qué coco más grande!”, cae en un sueño profundo.
- ¿Qué planes tiene Anansi al descubrir las propiedades mágicas del coco? R: Anansi planea robar la comida de otros animales aprovechando las propiedades mágicas del coco.
- ¿Quién descubre el plan de Anansi? R: La comadreja descubre el plan de Anansi.
- ¿Cómo logra la comadreja engañar a Anansi? R: La comadreja se niega a decir las palabras mágicas y evita caer en la trampa de Anansi.
- ¿Cómo termina la historia? R: Anansi cae en su propia trampa y queda atrapado en un sueño profundo mientras sus víctimas lo observan.